Storyful: verificando el periodismo ciudadano

Malachy Browne, editor de noticias de Storyful, explica cómo la agencia de noticias de los medios sociales valida los contenidos de noticias de la web en tiempo real.

El nuevo panorama de los medios, creado por una explosión de los medios digitales y la tecnología de la comunicación en los últimos pocos años, presenta oportunidades y retos a las organizaciones informativas. Ya las audiencias en el 2012 no son consumidores pasivos de noticias; ahora son productoras de contenido, participantes del proceso de hacer la noticia. Sin embargo, con millones de tuits emitidos cada segundo, miles de fotos y horas de videos cargados cada minuto, ¿cómo sabemos en quién y en qué confiar? Algunas organizaciones informativas todavía confrontan este reto.

Validar los contenidos compartidos en los medios sociales es una de las premisas del periodismo de Storyful. Cada video e imagen es sometida a un cuestionamiento riguroso por parte de nuestro equipo. Tal como el intransigente jefe de seguridad Bill de Vasher expresa en el thriller de 1993 La Firma: «Me pagan para que sea desconfiado cuando no tengo razones para desconfiar». Con tanta información disponible gratuitamente ahora en Internet, tenemos que adoptar ese escepticismo natural con cada pieza de contenido que descubrimos a través de la web social. De lo contrario, nos agarran desprevenidos muy rápidamente.

Acercarse a la fuente

Con frecuencia, los contenidos compartidos en Internet se duplican desde una fuente original. Las imágenes a veces se ensamblan y cortan; las descripciones, títulos y fechas de publicación pueden cambiar. Nuestro primer paso es acercarnos a la fuente original y eso requiere varias técnicas. La tecnología de comparación de imágenes nos permite encontrar la primera versión de las miniaturas de un video. Examinar los datos incrustados dentro de la imagen proporciona más información. Y al identificar las palabras claves para revisar los motores de búsqueda, generalmente encontramos la primera carga de un video o imagen.

Toda vez que se identifica una fuente, evaluamos a esa persona como lo harían los periodistas de la prensa escrita o de la televisión con cualquier fuente. Nos involucramos con ellos e investigamos su huella. Efectivamente, esta huella proporciona con frecuencia más información que las fuentes «tradicionales».

Tome un video de YouTube, por ejemplo. Algunas de las preguntas que hacemos son las siguientes:

  • ¿Dónde está registrada esta cuenta y cuál ha sido la ubicación de la persona que lo subió, con base en su historial?
  • ¿Están otras cuentas —Twitter, Facebook, un blog o página web— afiliadas a esa persona? ¿Qué información contiene para indicar ubicación reciente, actividad, confiabilidad, predisposición, agenda?
  • ¿Por cuánto tiempo han existido estas cuentas? ¿Cuán activas son?
  • ¿Escriben en jerga o dialectos que puedan ser identificables en la narración del video?
  • ¿Podemos encontrar información del WHOIS para un sitio web afiliado?
  • ¿Está la persona listada en directorios locales? ¿Indican sus círculos sociales en Internet que están cerca de la historia/ ubicación?
  • La persona que sube el video, ¿«arrastra» o copia los videos de organizaciones informativas y otras cuentas de YouTube o sólo sube contenido generado por el usuario?
  • ¿Tienen los videos de esta cuenta una calidad consistente?
  • ¿Son las descripciones de los videos consistentes con una ubicación específica y mayormente de ésta ubicación? ¿Están fechadas? ¿Tiene extensiones de archivo como .AVI o .MP4 en el título del video?
  • ¿Estamos familiarizados con esta cuenta? ¿Ha sido confiable su contenido y reportaje en el pasado?

Corroborar el contenido

Responder a estas preguntas da una percepción sobre la confiabilidad de la fuente e involucrarse con ellas también dará esa misma percepción. Luego, evaluamos el propio contenido. De nuevo, hacemos las preguntas obvias: ¿Tiene sentido el video dado el contexto en el cual fue filmado? ¿Contrasta algo con nuestro instinto periodístico? ¿Existe algo fuera de lugar? ¿Existen claves que sugieran que no es legítimo? Y siempre buscamos detrás del foco inmediato y hacia los detalles del fondo:

  • ¿Podemos ubicar geográficamente esta secuencia de imágenes? ¿Hay puntos de referencia o detalles topográficos que nos permitan verificar la ubicación a través de Google Maps o Wikimapia?
  • ¿Concuerda el paisaje de las calles con fotos ubicadas geográficamente en Panoramio o Google Streetview?
  • ¿Concuerdan las condiciones climáticas con los informes de ese día?
  • ¿Coinciden las sombras con la hora del día en la que este evento supuestamente ocurrió?
  • ¿Concuerda con otros videos/ imágenes que la gente está subiendo desde esta ubicación?
  • ¿Qué información adicional tiene el equipo de Storyful sobre esta historia o fuente?

Sabiduría en la multitud

Las interrogantes de arriba pueden contestarse ampliamente mediante la investigación de nuestro equipo y, con frecuencia, eso es suficiente. Sin embargo, como indica Clay Shirky en una comparación sobre los medios en Internet versus los medios tradicionales, Internet no sólo es la fuente de nuevas informaciones, es el sitio de coordinación. Para efectos de validación, esto hace que estén disponibles expertos con conocimiento local para discutir y desacreditar. Hacemos algunas preguntas:

  • ¿Qué dice la comunidad con la que nos involucramos sobre este video?
  • ¿Se pueden identificar acentos o dialectos en un video para indicar su ubicación?
  • ¿Coincide el video con los eventos que se reportan (a través de listas «curadas» de Twitter, cables de noticias y reportes de noticias locales)?
  • ¿Existen otras claves para indicar autenticidad o elaboración?

En Storyful, nos involucramos pública y privadamente con fuentes en Facebook, YouTube, Skype, Twitter y otros medios. Hacemos lo mismo con otros grupos de medios que tienen sus propios expertos y fuentes, públicamente compartiendo e investigando contenidos en un procesos colaborativo.

Un ejemplo reciente de un esfuerzo colaborativo involucró un video controversial en el cual se alegaba que las fuerzas de seguridad sirias habrían enterrado vivo a un civil de al-Qusair Homs. Storyful pasó varias horas evaluando la evidencia disponible sobre la grabación, echando mano de la asesoría de observadores con mucha experiencia en videos sobre Siria (lea nuestro análisis aquí). Teníamos dudas sobre la cuenta de Facebook que era responsable de la publicación del video en Internet y activistas sirios expresaron que el video no era compatible con ellos. La participación con periodistas del Daily Telegraph, Social Media y UGC Hub de la BBC y NPR arrojó información adicional sobre el video, al tiempo que un análisis de audio realizado por una fuente siria determinó que las voces del video «estaban estrechamente alineadas dada las distancias entre las personas filmadas». A pesar de que la investigación no fue concluyente, existían bases serias para dudar sobre la autenticidad del video y les advertimos a los clientes sobre esto.

Para que el periodismo tenga algún valor, es vital que las fuentes y la información, en línea o física, resista el escrutinio. Tiene valor lograr esto de manera correcta. Storyful trabajó con el Canal 4 en la validación de más de 40 videos de YouTube que mostraban la tortura de civiles por parte de la fuerzas de seguridad para el documental «Syria’s Torture Machine» («La máquina de tortura de Siria»), que salió al aire en diciembre del 2011. El documental dio lugar a que el padre de la primera dama de Siria Asma al-Assad, quien vive en Londres, le enviara un correo electrónico a su hija Asma y a Bashar, aconsejándoles cómo responder. Una comunicación de la Embajada de Siria en el Reino Unido fue casi idéntica a su consejo.

Muy poco ha cambiado en Siria, pero el ejemplo del Canal 4 muestra que los medios sociales pueden forzar a un régimen tan autoritario como el de Siria a actuar en consecuencia.

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Comentarios (0)

Google Translate proporciona traducciones mecánicas. Éstas proporcionan una idea aproximada de lo que ha escrito el contribuyente y por ello, no debieran interpretarse como una traducción sutil y precisa. Léelos teniendo esto en cuenta.

  1. Talking with a friend yesterday, we had the idea that maybe what would have been worth debating here is the fact that by reporting false information or pieces of news regarding an event, medias deprive those who have the ‘truth’ and want to express it of the audience’s full attention and trust. In fact, if the audience hears two contradictory reports about one specific event, it might believe the first one or the other or none of them. False news reports in the media might then damage not freedom of speech (at least not directly), but the reception of this speech. Because of that, it could potentially discourage some from expressing themselves (‘nobody will trust me now, why should I speak?’) and thus from using their freedom of expression. To be explored…

  2. Very interesting description of (advertisement for?) Storyful, yet I do not see the link with free speech, can someone help me understand how this article contributes to the Free Speech Debate? Thanks!

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Debate sobre la Libertad de Expresión es un proyecto de investigación del Programa Dahrendorf de Estudios para la Libertad en el St Antony's College de la Universidad de Oxford. www.freespeechdebate.ox.ac.uk

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