Peter Bradley describe una iniciativa británica que promueve la libertad de expresión, el debate público y la acción ciudadana.
Casi después de 150 años de su fundación, Speakers’ Corner (la Esquina de los Oradores) en Hyde Park, Londres, continúa siendo una poderosa fuente de inspiración para millones en el mundo que aún luchan por los derechos a la libre expresión y a la reunión pública y que nosotros en la Gran Bretaña disfrutamos ya desde generaciones atrás.
Estas libertades fueron tan difíciles de ganar aquí como en cualquier otro lugar y existe el riesgo de que comencemos a darlas por sentado. La desilusión con nuestras instituciones democráticas, la preocupación con las aspiraciones de nuestros modos de vida y la seducción de las redes sociales han implicado que hoy en día dediquemos poco tiempo a discutir nuestras ideas cara a cara. Esta erosión de las formas tradicionales de socialización puede dificultar la creación de causas comunes y el respeto a las opiniones diferentes.
Speakers’ Corner Trust cree en que la colaboración entre ciudadanos y con los tomadores de decisiones es clave tanto para la reconstrucción de comunidades activas en casa como para el desarrollo de una sociedad civil robusta en las democracias emergentes.
Nosotros buscamos crear nuevas oportunidades para un debate más abierto y público, y de esta forma, recordarle a la gente que –así como los antiguos griegos lo entendieron- la ciudadanía es un desafío: la democracia será tan buena como nosotros la realicemos desde lo colectivo. Los derechos, así como los músculos, deben de ser ejercitados sino queremos que se debiliten y se hagan flácidos.
Nuestro enfoque se distingue por el énfasis del debate cara a cara.
El internet es un recurso invaluable. Nos ha generado un acceso sin precedentes a la información y a otras personas. Puede educar, iluminar y empoderar. Pero también tiene limitaciones. Así como involucra a las personas en una interacción genuina, también las puede alejar de ella. Ofrece una gran variedad de diversidad de información y opinión pero no puede garantizar que vamos a buscar o encontrarla o que, si la encontramos, será verídica. Provee de oportunidades para debatir pero el anonimato en línea también mina la calidad y la rendición de cuentas de las opiniones que encontramos o que expresamos. La actividad en el internet puede parecer como un proceso democrático pero en realidad puede ser un substituto de él
En contraste, nuestros proyectos locales Speakers’ Corner buscan motivar a las personas a discutir con sus vecinos los asuntos interés común. Algunos de estos proyectos están siendo implementados en algunas ciudades del Reino Unido, y en noviembre de 2012 fue lanzada una iniciativa nacional en Nigeria.
Su éxito está basado en la capacidad de aprovechar las ideas, la energía, la buena voluntad y el compromiso voluntario que se encuentran, frecuentemente sin ser usados, en cada comunidad. Felizmente, encontramos un entusiasmo extraordinario con relación en nuestra muy simple propuesta, y nunca faltan los voluntarios para unirse a los Comités de Speakers’ Corner, encargados de coordinar los proyectos.
Su trabajo frecuentemente incluye establecer plataformas físicas de expresión y colaboración. Crear un espacio genuinamente público en el centro de nuestras ciudades conlleva un simbolismo muy poderoso. Saber que en ese espacio somos iguales a cualquier otra persona de nuestra comunidad nos empodera.
Pero en el corazón de cada iniciativa se encuentra un programa de eventos destinados a atraer a todos los sectores de la comunidad local. Algunos pueden surgir en el propio Speakers’ Corner; otros en un rango de sitios que van desde la Asamblea Legislativa a los centros comunitarios, las escuelas y los centros de trabajo.
Estos eventos pueden incluir debates liderados por voluntarios, consultas desarrolladas por los servicios públicos o discusiones incitadas por académicos, activistas o entusiastas que van desde los asuntos globales a los asuntos domésticos.
Algunos de estos proyectos pueden conducir a una mayor influencia en las decisiones locales y pueden incrementar la confianza en el proceso democrático; otros pueden inspirar la acción comunitaria; y otras pueden ayudar a mejorar el entendimiento intra e intercomunitario. Otros pueden ser simplemente muy enriquecedores en el nivel personal.
En nuestra experiencia, cuando los participantes sienten que ellos genuinamente poseen la plataforma y la agenda, en lugar de las instituciones poderosas y generalmente impopulares, entonces ellos expresan sus ideas y opiniones con mucha mayor disposición, creatividad y asertividad.
Por supuesto que también aceptamos el poder y el alcance del internet. De hecho, en los últimos meses hemos lanzado el Youth Amplified, una plataforma innovadora desarrollada por el Profesor Stephen Coleman y su equipo en la Universidad de Leeds y que busca ayudar a los jóvenes a adquirir las capacidades esenciales orales y de escucha.
Asimismo, nuestro Forum for Debate se ha convertido en la página más visitada de nuestro portal. Éste reúne a los distintos protagonistas de un asunto (incluidos centros de investigación, comentaristas, académicos y activistas), creando un espacio para contrastar argumentos racionales y bien desarrollados sobre temas que en ocasiones resultan controversiales. Algunos casos son la muerte asistida, la tecnología de los OGM, la legalización de las drogas, la intervención humanitaria, la experimentación en animales y la reforma electoral. En este sentido, el próximo debate a ser publicado en marzo se enfocará en el impacto de los nuevos medios de comunicación en el comportamiento humano.
Estos debates no están destinados a comenzar y terminar en la pantalla sino a motivar a los lectores, guiados con las bibliografías que proveé la British Library, a investigar más a fondo, y tal vez enfrentarse a un debate cara a cara.
¡Qué el internet florezca como un espacio moderno de intercambio de ideas y opiniones! Pero que sea un suplemento y no un sustituto de la experiencia más humana y civilizada del debate y la deliberación cara a cara.
Peter Bradley es director de Speakers’ Corner Trust.
reply report Report comment
“Speakers’ Corner What should it mean today?”
If some platform or pulpit, from which to proselytise, methinks that course is run. Incessantly bombarded by claims and assertions that are up-to 100% erroneous, the mental faculties of many are in virtual meltdown. Even if a recommendation is sound, the likelihood is that it will be blanked. At least until such time as it has circulated through the cerebrum, and re-emerged in consciousness in the guise of a personal epiphany. Thus rather than attempt to overlay one rendition of reality with another, garnered from an equally questionable source. Why not ask questions, and insist that the workings concomitant to such mental matriculations be shown in full?
Example:
Some say, perhaps in jest, that the meaning of everything is 42. But what is the most important function that humans perform? If anything other than facilitating our kind’s continuance is identified. How might that alternate pursuit occur, were humans to no longer exist? So could not in the most basic formulation: the meaning of life be life itself, ensuring continuity of the species? If not, and some other goal exists. Would not the means mentioned, still be indispensable to securing that end? Were we to reach consensus in regard to a universal requirement, then the effectiveness of facilitators such as religion, science, and what-have-you, might be investigated next. In order to categorise how each of their aspects acts, to aid or annihilate the creature upon which their future is also entirely dependant.
Give our kind a sort term solution, and they may well seize the day. Give our kind the means to seek out long term solutions, and potentially make every day their day.