¿Cómo saber qué está prohibido en Internet?

Joss Wright describe los retos técnicos y éticos en la investigación de la censura en Internet.

La creencia de que internet es un baluarte desregulado para la libertad de expresión y el acceso a la información se mantiene sorpresivamente persistente. Aunque estamos conscientes del potencial de Internet para una penetrante vigilancia masiva y tenemos una cada vez más conciencia de que compañías como Google y Facebook transforman nuestras vidas privadas en ganancias, todavía comunicamos de forma alegre algunos de nuestros detalles y momentos más íntimos en Internet.

Globalmente, el rol de Internet para restringir en vez de proporcionar acceso a la información es del conocimiento general. Los filtros que emplean países como China, Irán y Turquía son bien conocidos. Lo que se conoce menos ampliamente es que en muchos países del mundo, incluidos el Reino Unido y otros países de Europa, se están desarrollando y utilizando activamente medios para restringir el acceso.

Activistas, piratas informáticos y académicos han estado estudiando la censura en Internet por más de una década. Las comunidades activistas y técnicas se han centrado ampliamente en medir los filtros y desarrollar tecnologías para burlarla: ¿qué contenidos y palabras claves se están bloqueando en Irán?, ¿cómo pueden acceder a YouTube los usuarios de Internet de Turquía cuando entre en vigor la más reciente prohibición?, ¿cómo pueden los usuarios del operador EE en el Reino Unido evitar los excesivamente restrictivos filtros para adultos?

Más recientemente, y en menor grado, han surgido preguntas más amplias sobre la censura: ¿por qué se filtra un tema particular mientras que se ignoran otros?, ¿cómo las circunstancias, tal como los disturbios políticos, alteran los temas y la severidad del bloqueo? Como una elección activa de parte de los censores nacionales y privados, el bloqueo proporciona una comprensión sobre las motivaciones de aquellos que controlan la red. En el Instituto de Internet de Oxford (Oxford Internet Institute), estoy dirigiendo un proyecto de investigación, financiado actualmente por Google, en el cual buscamos responder estas interrogantes a través del uso de herramientas de la computación y las ciencias sociales.

Una gran preocupación de dicha investigación es la de obtener acceso a suficientes datos confiables respecto de las prácticas de censura. En algunos sentidos, investigar la filtración de Internet es simple: trate de acceder al motor de búsqueda Pirate Bay desde una conexión de Internet en el Reino Unido y lo más probable es que no tenga éxito. Un fallo del 2012 de la Corte Suprema les exigió a los Proveedores de Servicios de Internet (ISP, por su sigla en inglés) más grandes del país que bloquearan el sitio y tal bloqueo es fácil de detectar. Es más difícil ver, desde una conexión en el Reino Unido, qué está bloqueado para un usuario en Shenzhen, Almaty o Saná.

Los medios tradicionales para investigar las libertades de los medios pueden proporcionar mayor comprensión de la censura. Las mediciones de Internet, independientemente de su sofisticación, no pueden competir con el conocimiento contextual de un experto local. Podría detectarse que Facebook está bloqueado, pero la manera cómo tal bloqueo está representado y racionalizado y cómo se ajusta el bloqueo dentro de la cultura y la política son interrogantes que requieren respuestas humanas.

La investigación humana, sin embargo, comporta costos y riesgos. Aunque los expertos locales pueden representar una ventaja significativa, la necesidad de construir una relación con socios apropiados limita este enfoque para centrarse en los casos fijados como objetivos. A fin de investigar respuestas de eventos que surgen, como la casi total desconexión de Egipto de sus conexiones internacionales durante la revolución del 2011, el establecimiento de redes de expertos locales en tan solo unos pocos días no es una estrategia confiable.

Una complicación adicional es que la detección de la censura generalmente depende de un intento para acceder a contenido prohibido: un bloqueo en Facebook se detecta al intentar acceder a Facebook. Para estos casos, tales intentos difícilmente ocasionarán algún daño. No obstante, investigar el bloqueo de foros de discusión sobre homosexuales en países donde tales actos son ilegales o probar el acceso a foros de extremistas en el Reino Unido puede dar lugar a sanciones severas. Especialmente, donde se desconocen los riesgos o estos son impredecibles, existen serias restricciones éticas cuando se llevan a cabo experimentos en las redes vía intermediarios humanos.

Algunos enfoques para investigar la censura utilizan un software que automáticamente realiza la prueba para filtros y hace que tal software esté disponible para ser descargado por los usuarios. Con suficientes usuarios, esto puede proporcionar cobertura detallada y completa, pero implica bastante más preocupaciones éticas importantes. Un usuario podría sentirse feliz de ayudar a investigar las libertades en Internet mediante la instalación de un software, pero estaría menos contento de saber que el software se está conectando automáticamente a páginas web bloqueadas o ilegales de manera regular.

La censura puede investigarse de manera más directa a través de servicios de intermediarios (proxies) como Virtual Private Networks o Tor network, el cual elimina la referencia a identidades. De manera comprensible, pero desafortunada, muchos servicios buscan evitar en vez de estudiar la censura. Lo cual da como resultado que muchos intermediarios (proxies) públicos suministren una vista de Internet desde la perspectiva de EE.UU o Europa, pero muy pocos permiten lo mismo para, digamos, Corea del Norte.

Un enfoque técnicamente más sofisticado es aprovechar los servicios de Internet existentes a fin de recoger información sobre la manipulación de la red. Experimentar con algunos servicios comunes, como el Sistema de Nombres de Dominios (DNS, por su sigla en inglés), puede revelar bastante sobre cómo y dónde tiene lugar la censura. Técnicas similares suministran información mediante el aprovechamiento de peculiaridades en cómo funcionan los protocolos centrales de internet. En el Instituto de Internet de Oxford, nuestra investigación con estos enfoques nos ha permitido estudiar variaciones de la censura de un lugar a otro en China y descubrir tendencias y patrones en el comportamiento de filtración de la red a través del tiempo.

Todavía no sabemos exactamente por qué en China se desconectan totalmente algunos tipos de tráfico controversiales, mientras que otros, aparentemente idénticos, se re-dirigen a computadoras en Pekín. Todavía no estamos del todo seguros del porqué una proporción del tráfico destinado para la página web del Proyecto Tor se re-direcciona a un servicio de acicalamiento de mascotas en Florida. Lo que creemos firmemente, sin embargo, es que el potencial de Internet como herramienta para controlar competidores es una habilidad para proveer acceso y que debemos comprender y desafiar esta tendencia si el Internet ha de continuar promoviendo en vez de entorpecer la libertad de expresión.

Dr. Joss Wright es research fellow del Instituto de Internet de Oxford, Universidad de Oxford. Su trabajo se centra en la investigación de la censura en Internet y el desarrollo de tecnologías que mejoren la privacidad.

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Comentarios (3)

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  1. First I would like to be honest and convey the fact that I am not very good with all the modern devices we have these days; nor am I one of the brightest people generically speaking. Having said that I very often notice the very obscure , the things that most probably go unnoticed by the whole world. This is difficult to deal with because it makes me a more than silly person; the ‘local nutter’ is the only way I can describe my self. I am gravely concerned about internet censorship and all different aspects of it and surrounding it. I do believe the days of not being under surveillance of some kind are over. We gain the benefit from all this technology, but we must take the bad with the good. I have a terrible fear when I see a news story about some crime or disaster and some is calling for tighter restrictions on the internet or some other technology, If restrictions are placed on an organisation, person, or whoever then it often means political power is moved towards someone else. A really horrific example of this was the crisis in Venezuela, on the internet and in the media there where two fiercely opposing news stories, each side of the argument, emphatically believing that they were the only true news. Both sides had some guilt , but the US was the looser in this battle of false news, and propaganda. Rarely is anything simple, I have kept an eye on one of those countries mentioned on here, they appear to have strong internet and media restrictions and be the source of stories of horror conveyed by NGOs. This does not mean they are bad and we are good, the truth is complex and you do not want to read it.

    I believe that to keep freedom of expression in any shape of form we must use all the techniques at hand, maybe we must be devious and not worry about adverts, but the really dangerous stuff.

  2. Tell me what you are blocking, and I’ll tell you who you are – this looks like a fascinating research project!
    You mention in the beginning that it is relatively easy to track some blocked sites in the UK, based on High Court rulings. But is this true for all blocked sites in the UK?

  3. «What we believe strongly, however, is that the internet’s potential as a tool for control rivals its ability to provide access, and that we must understand and challenge this trend if the internet is to continue to promote, rather than hinder, free expression.» V

    True say.

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Debate sobre la Libertad de Expresión es un proyecto de investigación del Programa Dahrendorf de Estudios para la Libertad en el St Antony's College de la Universidad de Oxford. www.freespeechdebate.ox.ac.uk

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