En diciembre del 2011, la Junta Asesora Nacional de la Ciencia para Seguridad Biológica de Estados Unidos solicitó a las revistas académicas Science y Nature que editaran un estudio sobre una forma de fácil transmisión del virus H5N1 por miedo de que bioterroristas le dieran un uso equivocado. Maryam Omidi considera si este requerimiento de censura fue válido.
El caso
En diciembre de 2011, la Junta Asesora Nacional de la Ciencia para Seguridad Biológica de Estados Unidos solicitó a las revistas académicas Science y Nature que editaran un estudio sobre una forma de fácil transmisión del virus H5N1 por miedo de que bioterroristas le dieran un uso equivocado. La cepa, creada por científicos en Estados Unidos y Holanda, es transmisible entre hurones, lo cual es usualmente un signo de que un virus puede ser comunicable entre humanos. El impacto del virus fatal ha sido mínimo a la fecha debido a su inhabilidad de saltar de humano a humano. Desde enero de 2012, las revistas académicas han estado resistiendo requerimientos de eliminar completamente información sobre la investigación, alegando que los científicos necesitan tener acceso a los datos para poder prepararse para la posibilidad de una mutación en la naturaleza. El editor en jefe de Science, Bruce Alberts, está en negociaciones con el gobierno para establecer un sistema que permita que investigadores internacionales tengan acceso a la información si siguen un procedimiento estricto de examinación. Él ha dicho que el conocimiento sobre el virus “puede ser esencial para agilizar el desarrollo de nuevos tratamientos para combatir esta forma letal de influenza”.
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Scientists have now temporarily stopped research on deadly bird flu strain: http://www.bbc.co.uk/news/world-us-canada-16662346
They state their position in a letter in Science:
http://www.nature.com/nature/journal/vaop/ncurrent/full/481443a.html